Alrededor de un tercio del Regimiento Logístico de Comandos
se desplegó, desde su base en Chivenor al norte de Devon a las llanuras de
Salisbury para probar su capacidad de salvar vidas, sostener y apoyar a la Tercera Brigada de Comandos en paz o guerra.
El ejercicio
Dragon Green dio al regimiento de los infantes de la marina real el
entrenamiento operacional para establecerse en la línea frontal, determinando
si una unidad está capacitada para desplegarse en el frente de batalla en caso de
ser necesario.
Una carpa en el campo de batalla fue instalada para que
a los cirujanos realicen operaciones de heridos seriamente, proveyendo los auxilios
suficientemente hasta que fueran trasladados al hospital para un tratamiento
permanente. Los mecánicos de los vehículos trabajaron contra reloj para lograr que los motores funcionaran y accionaran la cadena para trasladar las raciones, ropa, municiones y combustible alrededor del campo.
Para agregar realismo al entrenamiento, el destacamento
Alfa de la Compañía
40 de Comando, un helicóptero MERLIN de escuadrilla naval aérea 846 que actuaban como ambulancia aerotransportada,
volaron misiones de reconocimiento y llevaron equipo alrededor del campo de
batalla en las enormes redes lanzadas desde un avión.
En
buena medida, el ejercicio dio a la Royal Air Force (ala táctica) y ejército (regimiento
de apoyo de asalto aéreo 13) la ocasión de probar su logística en el campo,
haciendo el entrenamiento Dragon Green muy útil para todos los participantes.
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