En el curso del entrenamiento de combate programado, los
bombarderos Su-24 de corto alcance de la Fuerza Aérea de la Flota Báltica
llevaron a cabo bombardeos contra objetivos de superficie en zonas de
entrenamiento naval aisladas. Los pilotos volaron a la zona naval asignada en
el Mar Báltico para reconocer la situación de la superficie y practicaron
ataques de entrenamiento a los objetivos de los buques. Además de los ataques aéreos,
los pilotos entrenaron acrobacias complicadas: bucles verticales, horizontales
y sesgados, maniobras de combate y medios de defensa antiaérea.
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