Brasil se está preparando para integrar, terminar y probar
las primeras tres secciones de casco unificado para el primer submarino de
ataque diesel-eléctrico clase Scorpene, Riachuelo (S-40), en el astillero
Itaguaí ubicado a 70
kilómetros al sur de Río. El complejo de 540.000 metros cuadrados
es donde la constructora brasileña Odebrecht, la estatal de Defensa francesa
DCNS (desde el 2017 se denomina Naval Group) y la Armada brasileña trabajan
juntas para cumplir un cronograma que se extiende hasta el 2025. Los nuevos
submarinos sustituirán a los cinco convencionales que Brasil posee, y que están
al final de su vida útil.
Las secciones del casco se trasladaron el 13 y 14 de enero
desde la fábrica de estructuras metálicas de la Unidad de de Fabricación de
Estructuras Metálicas (UFEM), donde fueron pre-equipadas, al salón de actos del
Estaleiro de Construção (ESC), por el constructor Itaguaí Construcciones
Navales (ICN). Las dos secciones restantes serán transferidas más tarde. El
submarino, también conocido como S-BR 1, está programado para ser lanzado en la
segunda mitad de 2018 y entregado en 2020. Riachuelo originalmente estaba
programado para ser lanzado en enero de 2016 y comisionado en 2017, pero el
programa se ha desacelerado por el presupuesto - retrasos en el financiamiento.
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