El destructor iraní estaba atracando en un puerto situado
en la provincia iraní de Guilán y naufragó tras impactar con un espigón. Shahin
Taqikhani, portavoz del Ejército iraní, comunicó que una fuerte tormenta y los
vientos huracanados que soplaron aquel día podrían haber contribuido a que se
produjera este accidente. Dos marineros fueron declarados desaparecidos, mientras
que el Damavand sufrió serios daños. El 17 de enero los usuarios de la red
difundieron una imagen en la que se puede apreciar que el buque naufragado no
fue retirado del lugar del incidente y que ha quedado parcialmente hundido en
el mar. El destructor accidentado entró en servicio de la Armada iraní hace tres
años, mide 100 metros
de eslora y tiene un desplazamiento de 1.300 toneladas.
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