La adquisición por parte de Turquía de sistemas de
defensa aérea S-400 fabricados en Rusia sería catastrófico para EEUU y podría significar
una ruptura con Turquía, dijo un responsable estadounidense. Esta visión
pesimista del conflicto de Washington con Ankara por la compra de los S-400
rusos por parte de esta última proviene de Rene Clarke Cooper, quien ha sido
nombrado subsecretario de Estado para Asuntos Político-Militares. Durante su
discurso ante el Comité de Asuntos Exteriores del Senado, el funcionario
estadounidense intentó convencer a los senadores de que él era la persona
adecuada para ayudar al secretario de Estado de EEUU, Mike Pompeo. En un
momento dado, la senadora Jeanne Shaheen le preguntó sobre el acuerdo
ruso-turco sobre la entrega del S-400 y la posterior amenaza de Washington de
cancelar el suministro de los aviones de combate F-35 a Turquía en represalia.
“La compra (por parte de Turquía) de equipos como el S-400 sería catastrófico
para nosotros”, dijo Cooper. “No queremos que un aliado de la OTAN dependa del
servicio y suministro de equipos por parte de Rusia. En mi opinión, este es
para mí un punto de vista operativo. Desde un punto de vista estratégico, no
queremos que un aliado de la OTAN tenga un sistema de armas proporcionado por
Rusia”. “Si la cooperación entre Turquía y EEUU se rompe, esto también sería
catastrófico”, admitió. La intervención de Cooper se produjo antes de la
introducción de la aprobación de sanciones contra los ministros de Justicia e
Interior de Turquía, Abdulhamit Gül y Süleyman Soylu respectivamennte, como
reacción a la detención en Turquía de un pastor evangélico estadounidense. Por
su parte, el Ministerio de Asuntos Exteriores de Turquía prometió que la
decisión de las autoridades estadounidenses no quedaría sin respuesta.
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