La presencia permanente de la Royal Navy en el
Atlántico Sur ha soportado temperaturas regularmente bajo cero y patrullas
cuando las ráfagas alcanzaron los 70 nudos (el invierno más duro en memoria de
los isleños). Sin embargo, ese clima no ha reducido las operaciones cotidianas
del buque patrulla HMS Clyde (P257) en las Falkland/Malvinas, lo que implica
una combinación de visitas de seguridad a las comunidades remotas y
capacitación combinada con las unidades de la RAF y el Ejército estacionadas a 8.000 millas del Reino
Unido. Otro cambio en el clima permitió que el barco cruzara Falkland Sound
para visitar el estrecho de San Carlos, escenario de los desembarcos en 1982.
Clyde ancló cerca del naufragio del HMS Antelope, destruido cuando estalló una
bomba argentina sin explotar durante el acto de desactivarlo, lo que provocó
una serie de explosiones catastróficas que desgarraron a la fragata. En aguas
confinadas que se conocieron como 'callejón de las bombas' en 1982, la
tripulación del barco tuvo tiempo para reflexionar sobre la lucha que el grupo
de tareas anfibio tenía en sus manos. El navío realizó prácticas de defensa
aérea con los Typhoons RAF hasta la implementación con una sección de 2do de
Paracaidistas. (Source/Photo: Royal Navy)
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