Rusia lanzó ayer martes su ejercicio militar más grande
desde la Guerra Fría, juegos de guerra que también involucrarán a miles de
soldados chinos en una demostración de las crecientes relaciones militares
entre Moscú y Beijing en medio de tensiones crecientes con Occidente. Moscú
dijo que las maniobras de Vostok (Este) 2018 abarcarán vastas extensiones de
Siberia y el Lejano Oriente e involucrarán a casi 300.000 tropas rusas, más de
1,000 aviones, aproximadamente 36.000 tanques y vehículos militares además de
80 buques de guerra. China está enviando alrededor de 3.200 soldados, 900
vehículos de combate y 30 aviones para unirse a los simulacros en un campo de
tiro siberiano, un despliegue significativo que refleja su cambio hacia una
alianza militar completa con Rusia. Mongolia también ha enviado un
contingente militar. A medida que las maniobras comenzaron, el presidente chino
Xi Jinping visitó Rusia el martes para asistir a un foro económico en
Vladivostok. Moscú y Pekín han forjado lo que describieron como una
"asociación estratégica", expresando su oposición compartida al mundo
"unipolar", el término que usan para describir la dominación global
percibida de los EEUU.
Algunos expertos señalaron que Estados Unidos ayudó a
entablar una relación militar más estrecha entre Rusia y China etiquetándolos
de competidores estratégicos. China considera que la actitud y acciones
hostiles de Estados Unidos, como el despliegue del sistema de defensa
antimisiles THAAD en Corea del Sur, lo alivia de la necesidad de tener en
cuenta las opiniones de Washington al profundizar la confianza estratégica con
Moscú. Los medios chinos promocionaron la participación china en las maniobras
como el envío de fuerzas más grande del país para juegos de guerra. Algunos
señalaron que el Ejército de Liberación Popular, que no ha luchado en una
guerra desde el intento de invasión de Vietnam en 1979, desea aprender de la
experiencia de Rusia en la campaña siria, donde probó sus últimas armas y
tácticas. Desde la perspectiva de China, la alianza militar emergente con Rusia
envía una fuerte señal a los EEUU y su aliado Japón mientras Pekín se mueve
para defender sus intereses en el Mar del Sur de China, que reclama virtualmente
en su totalidad, así como Taiwán y el Senkaku y Islas Diaoyu controladas por
Japón pero reclamadas por Pekín. EEUU y sus aliados de la OTAN están observando
de cerca los ejercicios por lo que revelan la cooperación militar entre Rusia y
China y su creciente poderío militar. (Source: Russian MoD; People's
Liberation Army /Photo: Russian MoD)
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